viernes, 24 de noviembre de 2006
CONCLUSION
A juzgar por los partidos que se pueden ver en esta serie, Japón va camino a convertirse en una potencia mundial de fútbol. Aunque no se cuidan mucho al marcar (ya que los cruces para quitar la pelota se producen siempre a la altura de la rodilla del contrario, maniobra comúnmente conocida como "la pelota o vos, pero los dos juntos no pasan") son muy leales y raramente se les ve cometer falta. A la relativa fragilidad defensiva (al perder la pelota, los defensores salen corriendo para adelante sin ton gritando cosas tales como "No les dejaremos anotar!"), contraponen una delantera magistral, con jugadores duchos en el arte de patear al arco. Takahashi realmente se devanó los sesos inventando una linda variedad de tiros, ejecutados tanto por Oliver como por sus contrincantes, de cuyo éxito dependen los resultados de los partidos. Y así, un partido de fútbol se empieza a parecer a las típicas luchas de anime: el artillero apunta al arco - suspenso mientras acumula energía- super tiro - gol! (o acumulación de energía del arquero - gran tapada!).Más allá de estas cositas, que ayudan mucho a darle un sentido épico a la narración, Los Super Campeones utiliza el fútbol como guía para mostrarnos una historia donde prima el espíritu de autosuperación y sacrificio, captando así la esencia del deporte.
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